Aristocrazy entró pisando fuerte en el panorama de la moda y así ha continuado su trayectoria, generando una gran repercusión en los medios. Por segundo año consecutivo, la firma presenta la segunda colección de pasarela para la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid.
Con la idea de que el mundo de la joyería y la moda pueden ser sólo uno, Aristocrazy, fiel a su carácter innovador apuesta fuerte por la moda y se convierte en la primera joyería en desfilar como marca propia.
De nuevo, tal y como comentó Juan Suárez ''se apuesta por los grandes volúmenes sobre la pasarela y se intentan plasmar en joyas las tendencias que se prevé se llevarán durante el próximo otoño-invierno''. Siguiendo su filosofía, se trabaja con piedras preciosas y naturales, y metales preciosos como la plata o la plata bañada en oro. Al tratarse de una firma perteneciente al sector de la joyería, el desfile se planteó de manera que las modelos lucieran vestidos negros pensados como complementos de las joyas, y no al contrario como se acostumbra a hacer.
No sólo eso, sino que Aristocrazy innovó también en la puesta en escena de la pasarela. Si en su anterior desfile nos sedujo con una puesta en escena donde proyecciones en pantalla gigante inundaron la estancia, en esta ocasión recurre al vídeo 'mapping', proyectando imágenes sobre superficies reales creando efectos en movimiento o en 3D. Con esta técnica nos cuenta la historia de una niña que se adentra en una casa encantada, que sirve de nexo de unión a toda la colección.
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